Un nuevo escándalo se presentó en la Alcaldía de Medellín, luego de que se conocieran los gastos que se realizan de un fondo como si fuera una caja menor, en el cual se mostraría que se comprarían donas, mercados y hasta licor de dinero del erario público.
Los llamados Fondos Fijos Reembolsables son recursos que, según el decreto 1645 de 2006, deben utilizarse para la cancelación de gastos de funcionamiento imprevistos, urgentes y necesarios.
Pero en las cuentas que se filtraron, se encontró que este dinero se destinó en gastos de panadería, supermercados, establecimientos de comida rápida, licoreras y restaurantes de lujo, entre otros.
El aprovisionamiento de este fondo es de 20 salarios mínimos mensuales, lo que equivale a unos 23 millones de pesos, cuando antes era de tan solo 2 millones de pesos.
Ante esta situación, la Contraloría General de la Nación anunció que no descarta iniciar una actuación especial de fiscalización ante las posibles irregularidades que se vienen presentando con el uso de estos recursos.
“Actualmente, la Contraloría Distrital de Medellín se encuentra evaluando la información que soporta la respuesta del sujeto de control, con el propósito de establecer las acciones a seguir como resultado de la vigilancia fiscal y determinar la pertinencia de dar inicio a una actuación especial de fiscalización, ante el riesgo en el uso inapropiado de recursos públicos de conformidad con los nuevos hechos evidenciados en desarrollo de dicha vigilancia”, señalaron desde este organismo.
Al respecto, el secretario Privado de la Alcaldía de Medellín, Juan David Duque, señaló que esta denuncia es “otra mentira que busca confundir a la opinión pública”. Incluso se aventuró a decir que esta alcaldía es la más austera de la historia de Medellín.
