La final de la Copa BetPlay en el estadio Pascual Guerrero de Cali dejó una noche llena de violencia y disturbios.
La situación entre hinchas en Cali dejó varios hechos violentos, principalmente entre los fanáticos locales que se mostraron enojados por el resultado final, donde Nacional celebró su victoria.
El estadio Pascual Guerrero fue el primer escenario donde no solo se jugó la gran final de la Copa BetPlay, sino que también se presentaron conflictos entre la hinchada del América, llegando a la suspensión del partido en el minuto 84.
La Policía de Cali ingresó a la cancha y trató de calmar a la hinchada, aunque también se presentaron lesionados fuera y dentro del estadio.
Las autoridades trataron de contener a los fanáticos de las barras del América de Cali, pero ingresaron a la gramilla y se presentaron confrontaciones. A las afueras del estadio también se presentaron desmanes, incluso, algunos integrantes de la barra ‘Barón Rojo Sur’ quedaron captados en medio de la batalla campal.
Alejandro Eder, alcalde de Cali, se pronunció sobre la complicada situación de seguridad que se presentó en el Pascual guerrero, señalando la situación de “inaceptable”.
“No voy a permitir que la violencia empañe el fútbol ni la convivencia en Cali. Los responsables de los desmanes serán identificados y judicializados”.
Según el Alcalde, ya están trabajando con las autoridades para identificar a los implicados en los disturbios, incluso, ofrecerá una recompensa de hasta 30 millones de pesos para quien colabore con la investigación e identifique a los señalados.
“Insto a la Comisión del Fútbol a que se apliquen sanciones ejemplarizantes para las barras responsables. El fútbol debe ser una fiesta para las familias, no un escenario de vandalismo y agresión”.
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