El líder surcoreano se encuentra bajo complicada situación legal tras la declaración de ley marcial y otras situaciones que desestabilizaron el país.
En un hecho histórico para Corea del Sur, el presidente Yoon Suk-yeol fue detenido este en su residencia oficial en Seúl bajo acusaciones de insurrección y abuso de poder.
La orden de arresto se ejecutó tras ser destituido por la Asamblea Nacional y después de un fallido intento inicial de captura a principios de enero, marcado por enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y sus seguidores.
Yoon Suk-yeol enfrenta cargos relacionados con la imposición de la ley marcial en diciembre de 2024, medida que justificó como una acción para “restaurar la funcionalidad del Estado” frente a amenazas de Corea del Norte y una supuesta inestabilidad política interna. Según la acusación, Yoon ordenó el despliegue de tropas militares hacia la Asamblea Nacional con el objetivo de detener a legisladores, incluidos algunos de su propio partido, el Partido del Poder Popular (PPP), quienes se opusieron a sus medidas autoritarias.
El intento de autogolpe y la declaración de la ley marcial provocaron una fuerte crisis política. El PPP, ya debilitado tras perder las elecciones legislativas de abril de 2024, enfrenta un futuro incierto, mientras que el opositor Partido Democrático (PD) liderado por Lee Jae-myung podría consolidar su poder en unas eventuales elecciones anticipadas.
A pesar de las críticas por su impopularidad, Yoon conserva un grupo leal de seguidores que intentaron bloquear su captura en ambas ocasiones, argumentando que la orden judicial es ilegal y motivada políticamente.
Yoon permanece detenido en el Centro de Detención de Seúl, donde se le interrogó por las acusaciones. Sin embargo, se ha negado a declarar y su equipo legal insiste en que la orden de captura fue emitida por un tribunal no competente. El Tribunal Constitucional debe ratificar o rechazar su destitución, mientras la oposición celebra este arresto como un paso hacia la restauración del Estado de derecho.
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