Desde el pasado 6 de octubre se registró un fuerte daño en un tubo a causa de un temblor que afectó a la cárcel La Picota.
Por lo tanto, los reclusos se quedaron sin agua en la cárcel y el estado en el que se encuentran las celdas es inhumano.
Intentaron reparar el daño, pero fueron tan graves que el servicio volvió a colapsar y hasta el momento no se ha encontrado una solución.
La situación fue puesta en conocimiento por la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, pero aún no se toman medidas.
El director del centro penitenciario, Horacio Bustamante, ha señalado que están preparando los alimentos en otras instalaciones para evitar la contaminación de los productos y garantizar la higiene en las comidas de los reclusos.
Sin embargo, se enfrentan a un problema grave debido a la falta de suministro de agua, lo que está causando que algunas celdas se llenen de excrementos.
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