En un encuentro con el Consejo Nacional de Juventud, al presidente de Colombia le pidieron una mejor labor de sus funcionarios.
Gustavo Petro se reunió en el auditorio Delia Zapata Olivella, en Bogotá, con un grupo de jóvenes que no dudaron en presentar sus quejas ante algunas situaciones por el estatuto de ciudadanía juvenil.
Durante la sesión conjunta de subsistemas de participación juvenil, por parte del Consejo Nacional de Juventud, el presidente de la República dio un discurso de unos 20 minutos para hablar de la necesidad de vanguardia en las nuevas generaciones.
Pese a todo su discurso, a la juventud presente no le cayó en gracia que, al terminar de hablar, Petro decidió que era momento de retirarse del lugar, sin responder alguna de las preguntas de los jóvenes.
Por esa razón, varios grupos gritaron y hasta una joven se subió en el escenario para expresar su sentir, sobre todo en el descontento por varios proyectos que no se han planteado de manera adecuada.
“A manifestarle que nosotros nos hemos movilizado desde las 7 regiones del país, en representación de las juventudes de Colombia, más de 12 millones de jóvenes a pedirle a usted respuestas frente a las inquietudes que le trajimos... Nos gustaría que usted nos diera una respuesta frente a lo que te presentamos”, fue parte del mensaje que dejó una de las representantes.
También se le pidió al presidente que tomara en cuenta que el Consejo Nacional de Juventud no son “jóvenes viejos” o “jóvenes tradicionales”, sino que se consideran “jóvenes populares”, con propuestas valiosas como la de ampliar las garantías de participación en la Asamblea Nacional de Juventud, además de una reforma al estatuto de ciudadanía juvenil, al igual que los temas de reforma pensional y de salud.
Además, muchos jóvenes pidieron más seguridad en los municipios donde viven, pues algunos de sus compañeros han sido víctimas de ataques por grupos guerrilleros que tienen presencia en estas zonas.
Incluso, entre los reclamos de los jóvenes que se levantaron en la sala, también se escuchó la súplica de aquellos que pidieron a Petro: “Ponga a trabajar a los funcionarios”.
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