El Papa Francisco suspendió toda su agenda de este viernes por cuenta de un nuevo quebranto de salud, que en esta ocasión se basan en un estado febril y un fuerte cansancio, informaron portavoces del Vaticano.
“El papa estaba cansado, ayer (jueves 25 de mayo) tuvo un día muy ocupado, vio a mucha gente, mantuvo la reunión del sistema de escuelas Scholas Occurrentes y quiso saludar a todos. La resistencia se debilita en algún momento”, manifestó Pietro Parolín, segundo vocero de la Santa Sede.
Esta situación se registra dos meses después de que al sumo pontífice lo hospitalizaran por cuenta de una neumonía que trataron a punta de antibióticos y que, según él mismo confesó en una entrevista a Telemundo, “hubiera sido más grave si no la trataban a tiempo”.
Por el momento se desconoce qué tan grave es la fiebre que lo aquejó este viernes y si esto conllevará a que también se vean postergados los compromisos de los próximos días.
A los problemas de salud ya mencionados se suman los de rodilla que tienen al argentino caminando con un bastón. El religioso afirmó que avanza en su recuperación, pero que es un tratamiento lento.
“Ya puedo caminar, la rodilla se fue arreglando. Hay días que es más doloroso, como hoy, y días que no. Pero es parte del desarrollo”, dijo el Papa Francisco.
La sumatoria de estos problemas de salud han llevado a acrecentar sus rumores sobre una posible renuncia. Sin embargo, el Papa ha reiterado que pretende seguir al frente del máximo cargo religioso.
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