Ministros, altos funcionarios y representantes de todo el mundo pidieron este viernes un alto el fuego inmediato en Ucrania y el inicio de conversaciones de paz, denunciando los crímenes que se están cometiendo contra civiles y niños, al tiempo que advirtieron contra la escalada del conflicto a una tercera guerra mundial, como dijo el Departamento de Seguridad. El Consejo abordó por segunda vez en una semana el impacto del conflicto tanto en la región como en la comunidad internacional.
“Las armas están hablando ahora, pero al final todos sabemos que el camino de la diplomacia y la rendición de cuentas es el camino hacia una paz justa y sostenible”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pintando un panorama sombrío de la situación en Ucrania. , donde 17,6 millones de personas ( el 40 % de la población ) necesitan asistencia humanitaria.
La vida es un infierno para la gente de ese país, dijo, con el 30 por ciento de los trabajos de antes de la guerra borrados y casi el 40 por ciento de los ucranianos sin poder pagar o acceder a suficientes alimentos. La guerra ha provocado una crisis de desplazamiento que no se había visto en Europa en décadas, con 8 millones de refugiados ucranianos y 5,4 millones de desplazados internos.
Sin embargo, se han logrado avances bajo la Iniciativa de Granos del Mar Negro, señaló, informando que 20 millones de toneladas métricas de productos alimenticios ahora se han reconectado de manera segura a las cadenas de suministro globales en más de 700 barcos, lo que ayuda a reducir los precios en todo el mundo. También instó a todas las partes a implementar una zona de protección de seguridad nuclear en la central nuclear de Zaporizhzhia para evitar un accidente grave con consecuencias potencialmente desastrosas.
Muchos oradores condenaron los crímenes cometidos por la Federación Rusa el año pasado, destacando la deportación forzosa de decenas de miles de niños ucranianos a familias rusas. También llamaron la atención sobre la resolución de la Asamblea General adoptada el 23 de febrero que insta a la Federación de Rusia a retirar sus tropas y sigue la lógica del plan de paz de 10 puntos del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, para restaurar el respeto por la soberanía y la integridad territorial del país.
“Nunca debemos perder de vista el drama humano”, dijo el representante de Brasil, instando a la comunidad internacional a dejar de lado las ilusiones sobre una solución militar. Expresó su preocupación por el estancamiento armado en el terreno, la retórica triunfalista de ambos lados y las perspectivas de nuevas ofensivas militares, y señaló que ha llegado el momento de dar voz también a quienes quieren hablar sobre formas de construir la paz. El derecho internacional humanitario y sus principios no son opcionales, enfatizó, y agregó que países como el suyo , que no están directamente involucrados en el conflicto , tienen un papel constructivo que desempeñar en la promoción del diálogo.
El delegado de China, haciendo hincapié en que la comunidad internacional debe pensar en cómo detener los combates lo antes posible, señaló el documento de posición que acaba de emitir su Gobierno sobre un acuerdo político con el objetivo de ayudar a resolver el conflicto. Citando la postura imparcial de su delegación, dijo que una solución debe observar la ley universalmente reconocida. El fortalecimiento de los bloques militares no traerá la paz, observó, y llamó a la comunidad internacional a crear plataformas de negociación , la única forma de resolver el conflicto.
Péter Szijjártó, Ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Hungría, dijo que, como vecino directo de Ucrania, su país se enfrenta a diario a las trágicas consecuencias de la guerra. Cuanto más dure esta guerra, más perdedores habrá, más daños ocurrirán y más personas morirán, advirtió, y señaló que las entregas de armas, con más paquetes de sanciones, no salvan vidas . “Si se detienen los canales de comunicación, se pierde la esperanza de paz”, dijo, y pidió a los Estados que se concentren en cómo evitar que el conflicto se convierta en una tercera guerra mundial. En ese contexto, advirtió contra el enfrentamiento directo entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Federación Rusa.
Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, dijo que cuando el presidente Vladimir Putin descubrió que no podía quebrantar al ejército ucraniano, trató de quebrantar el espíritu ucraniano. A pesar de los miles de hombres, mujeres y niños asesinados, la infraestructura energética destruida y los niños secuestrados y reubicados en la Federación Rusa, el espíritu de los ucranianos es más fuerte que nunca. El Consejo no debe dejarse engañar por ningún llamado a un alto el fuego, enfatizó, y señaló que la Federación Rusa usará cualquier pausa en la lucha para reponer sus fuerzas. “Rusia lucha por la conquista. Ucrania lucha por su libertad”. Si la Federación Rusa deja de luchar, la guerra termina, pero si Ucrania deja de luchar, deja de existir, advirtió.
Refutando eso, el representante de la Federación Rusa insistió: “Ucrania está hasta los codos en sangre y tatuajes nazis”. Si Ucrania no hiciera la guerra contra la gente de Donetsk y Luhansk, no habría sido necesaria la operación militar especial de Moscú y Crimea probablemente habría permanecido dentro de Ucrania. Moscú nunca ha declarado que tenga la intención de “desucranizar” Ucrania, enfatizó, rechazando la afirmación de que si Ucrania deja de luchar, no habrá Ucrania. En cambio, si Ucrania pone fin a las hostilidades, tendrá la oportunidad de renacer como un Estado amante de la paz. Moscú está lista para negociar cómo se podrían implementar los objetivos de la operación militar especial utilizando medios pacíficos.
Sin embargo, poner fin a las hostilidades no es del interés del Occidente colectivo, que impidió que el régimen de Kiev hiciera las paces en abril de 2022, señaló.
Rechazando esa narrativa, Dmytro Kuleba, Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, declaró: “Ucrania resistirá como lo ha hecho hasta ahora, y Ucrania ganará. La propaganda rusa ha fabricado esta narrativa hipócrita de que el suministro de armas a Ucrania alimenta la guerra, y ha agregado que su país realmente necesita armas, al igual que un bombero necesita agua para extinguir un incendio”, dijo.
También defendió que mientras que armar a un país que se defiende de una agresión es legítimo y es un acto de defensa de la Carta de las Naciones Unidas, ayudar a un agresor es ilegítimo y constituye un crimen conforme a la Carta. En este contexto, instó al establecimiento de un tribunal especial con jurisdicción específica sobre el crimen de agresión contra Ucrania y la capacidad de tratar las inmunidades personales de los principales perpetradores, comenzando por el presidente Vladimir Putin.
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