Las fuertes lluvias que se han presentado en Italia desde comienzos de esta semana, que han provocado graves inundaciones, llevaron a que este miércoles se anunciara la cancelación del Gran Premio de Emilia-Romagna de la Fórmula 1, que se iba a disputar este fin de semana.
La situación meteorológica en esta parte del norte de Italia ha afectado a varias localidades italianas, incluida Imola, donde se pretendía disputar la competición válida por la sexta fecha de la máxima categoría del automovilismo.
Y es que estas emergencias ya cobraron la vida de seis personas, además de 600 emergencias originadas por inundaciones y desbordamientos de ríos y quebradas que llevaron al colapso de las localidades afectadas, entre las que están Rávena, Romaña, Boloña y Módena.
Según los reportes meteorológicos, en las últimas 48 horas han caído 150 litros de agua por metro cuadrado y se tiene previsto que las precipitaciones continúen por los próximos días, por lo que se tienen suspendidas las actividades en las zonas afectadas.
Ante esta situación, las autoridades ordenaron la evacuación del circuito Enzo y Dino Ferrari de todos los empleados de la Fórmula 1 y de los equipos que ya se encontraban en los preparativos para la competencia.
“Es lo correcto y lo más responsable. No estaría bien poner más presión sobre las autoridades locales y los servicios de emergencia en unos momentos tan difíciles”, expresó en un comunicado Liberty Media, la entidad que administra la Fórmula 1.
Lo que se desconoce es si la competencia se disputará en una fecha posterior o si, debido al apretado calendario, no se disputaría este 2023, en una decisión que se tomará en próximos días, luego de solucionada la emergencia. Así las cosas, la próxima carrera se correrá el 28 de mayo y será el Gran Premio de Mónaco, en el circuito callejero más emblemático de la categoría y que se disputará en el principado de Mónaco.
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