La suspensión de este concierto de la cantante colombiana se une a las otras fechas que también decidió cancelar.
La cancelación del concierto de Shakira en Santiago de Chile, programado para el pasado 2 de marzo en el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, ha generado una fuerte reacción entre sus seguidores y las autoridades.
La empresa organizadora, Fénix Entertainment, anunció que el evento no podía realizarse a causa de problemas técnicos en el montaje del escenario, específicamente un desnivel en el suelo que comprometía la seguridad del espectáculo.
En respuesta a la suspensión, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) anunció que interpondrá una demanda contra la productora y otros responsables, buscando que los afectados reciban compensaciones por el incumplimiento contractual. Según el subdirector de Sernac, Edison Orellana, la cancelación no puede considerarse un caso de fuerza mayor, sino una falta atribuible a la organización del evento.
A través de sus redes sociales, Shakira expresó su desilusión y señaló que su equipo siguió todas las especificaciones necesarias para el espectáculo. Sin embargo, también dejó claro que la ejecución del montaje dependía de la productora local.
Antes de este incidente, la artista tuvo que cancelar su concierto en Lima, Perú, debido a problemas de salud, y reprogramar su presentación en Medellín, Colombia, por fallas técnicas en el escenario, sin contar las fechas que canceló en Estados Unidos y Canadá.
El Sernac ha instado a los afectados a presentar sus reclamaciones y no descarta una demanda colectiva para asegurar que los asistentes reciban indemnizaciones. Mientras tanto, la productora Fénix Entertainment enfrenta serios cuestionamientos por la falta de previsión en la instalación del escenario, en conjunto con la incertidumbre sobre la nueva fecha del concierto de Shakira.
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