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Una mujer fue asesinada por su expareja en el café donde trabajaba en un centro comercial de Bogotá

Mientras se encontraba trabajando en un café en un centro comercial de Bogotá, un hombre se le acercó a Érika Aponte Lugo, de 26 años, y le disparó después de una discusión, en frente de todos los clientes que disfrutaban una bebida durante el Día de la Madre. El victimario, posteriormente, se disparó.

Los hechos ocurrieron a las 5:15 de la tarde del domingo dentro del local de Juan Valdez, en el Centro Comercial Unicentro, en el barrio Usaquén, cuando el hombre, identificado como Christian Camilo Rincón Díaz, de 30 años, llegó al lugar y le insistió a su expareja para que retomaran la relación, la cual había terminado hace dos meses por múltiples inconvenientes, algunos relacionados con la violencia.

“De este hecho, lastimosamente, fallece la mujer. El hombre involucrado es trasladado de emergencia a un centro médico, donde al momento recibe atención especializada y cuenta con signos vitales”, indicaron desde la Policía Metropolitana de Bogotá.

Después de dispararle a Érika en varias ocasiones, acabando con su vida dentro del local del centro comercial, Rincón Díaz se autolesionó y quedo gravemente herido. Fue trasladado a la Clínica Santa Fe, donde estuvo internado hasta la madrugada de este lunes, donde falleció.

La mujer, quien se encontraba trabajando en la caja registradora del café cuando su victimario llegó al lugar, había pedido medidas de protección ante las reiteradas intimidaciones de las cuales fue víctima. Para llegar a donde ella, se intentó ocultar utilizando una chaqueta del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) y un carné de una empresa de seguridad.

“A Érika Aponte Lugo se le otorgaron medidas de protección provisionales, se solicitó acompañamiento y protección al Comando de Policía de Soacha, lugar en el que la víctima reportó la residencia y se trasladaron las medidas para que la Comisaría de dicho municipio definiera el asunto de conformidad con la ley”, expresaron desde la Personería de Bogotá.

A esto se le suma que Rincón Díaz ya contaba con anotaciones penales por los delitos de lesiones personales y constreñimiento ilegal, al parecer relacionados con las intimidaciones contra Érika. Ambos tenían un hijo de cinco años.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, comentó luego del crimen que “la Policía de Bogotá me reporta que el hombre ya había buscado y discutido antes con la mujer. El hombre trabajaba en una empresa de seguridad y presuntamente por eso estaba armado”.

Luego de la muerte de la mujer, su mamá publicó en las redes sociales: “Vuela alto mi amor hermosa, mi hija mayor. No puedo aceptar está cruel realidad”.

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