La casa museo que servía como homenaje al extinto capo del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, la demolieron en medio de un proceso un largo proceso que se le llevaba a esta propiedad por la falta de permisos para operar.
Funcionarios de la Alcaldía de Medellín y la Policía Metropolitana llegaron para hacer efectiva la demolición, pero sus propietarios les agilizaron la tarea. Cuando estos llegaron, la estructura ya se encontraba en el piso.
El museo que tenía varias piezas dedicadas a Escobar, muerto el 2 de diciembre de 1993 en el barrio La América, de Medellín, y que lo creó su hermano mayor, Roberto Escobar, alias “el Osito”, quien también formó parte de esta estructura delincuencial de la década de los 80 y comienzos de los 90.
El subsecretario operativo de la Policía Metropolitana, coronel (r) Ómar Rodríguez, señaló que “llevamos a cabo una intervención de demolición en el sitio conocido como el ‘Museo Pablo Escobar’, dando cumplimiento a la orden de Inspección de Policía. Para destacar, cuando llegamos al lugar encontramos que el dueño del predio ya había adelantado estas acciones. Desde el Distrito rechazamos el uso del territorio para aquellas actividades que promuevan el narcoturismo“.
La decisión de derribar este museo la tomaron desde una inspección de Policía de Medellín, después de que Roberto Escobar intentara evitar este proceso mediante dos acciones de tutela, las cuales le negaron los jueces correspondientes.
Ahora la Alcaldía de Medellín busca si se puede ejercer alguna acción legal en contra del predio, ya que allí también se encuentra la casa de su propietario, todo con el fin de combatir el narcoturismo en la ciudad.